domingo, 12 de octubre de 2008

De la crisis, María José y otras yerbas

"Este es un pueblo domesticado"
José Figueres Ferrer, expresidente de Costa Rica


Alguna gente podría no entender que el tema de la crisis tiene relación con el suceso de nuestra compatriota María José en el Latin American Idol que acaba de concluir en Argentina. De hecho, creo que la mayor parte de nuestro pueblo podría ignorar este ligamen por una razón muy simple: para ellos la crisis no existe.

A mí Costa Rica me da miedo. Realmente que sí. La gente aquí vive como si esto fuera un fiestón sin fin, como si fuéramos inmunes a los peligros financieros, como si por más decisiones tontas que tomáramos, las cosas igual se resolvieran como por arte de magia. Bendito Dios y la Negrita, nos hemos salvado de huracanes, mayores desastres en terremotos, volcanes, sequías y crisis financieras fuertes. Pero esto no quiere decir que así vaya a ser siempre.

El tico tiene un orgullo por su statu qúo que nos ha ganado la fama de ser "los argentinos de Centroamérica". Con el cuento de los "igualiticos" seguimos creyendo que aquí no hay pobreza, que la pobreza viene de afuera (especialmente de Nicaragua). Tanta es la xenofobia que aseguramos que el desempleo es producto de los hermanos del norte que vienen a quitarnos campo, las enfermedades también las traen los extranjeros y ni qué decir de la violencia social, de la cual los costarricenses somos "meras víctimas".

En suma, Costa Rica vendría siendo algo así como El Edén perdido, como el paraíso hecho realidad en la tierra de no ser por gente de otros países que nos "joden" con sus incivilizadas prácticas. Así hemos vivido durante años, pese a que la pobreza aumenta (apostaría a que, contrario a lo que indican las cifras oficiales, llega al 25%) y el índice que mide la desigualdad también, podemos darnos los lujos de desperdiciar la plata yéndonos de fiesta cada vez que podemos, haciendo donaciónes a Teletón, pagando platales para conciertos o partidos de fútbol o dándonos una escapadita al año a algún hotel de playa aunque nos enjaranemos los 24 meses siguientes.

Y ni hablar del tema de las tarjetas de crédito y las compras de carros en la Expoauto que se hace todos los años como en Febrero (vehículos que por cierto muchos tendrán que devolver a final de año por el tema de los intereses en dólares). Aquí la gente todos los diciembres se llena la boca hablando de la famosa "Cuesta de Enero", pero lo cierto es que Palmares, Santa Cruz y Carrizal siempre está a reventar.

En fin, todo esto me sirve de introducción para plantear la situación que acabamos de vivir. La "Mariamanía" atacó furibundamente, los medios también y el gobierno, como siempre lo hace, se valió del tema para rescatar su alicaída imagen y encaramarse en el tren de la victoria. Todo el mundo se vio influido por la chiquilla de 18 años de Barva de Heredia a la cual le pidieron despeinarse y enseñar más de lo que debía. Al final, la mocosa, que pasó de ser una más a ser una de las finalistas, se hechó a la mayor parte del pueblo a la bolsa y los votos con un costo cercano al dólar por mensaje de texto, empezaron a aflorar como si fueran huecos en nuestras carreteras.

María José pasó así a posicionarse como la figura número uno del país. Un país que siempre ha tenido falta de ídolos, vio en ella, una chavala común y corriente, a una potencial estrella que permitiría volver a colocar el nombre de Costa Rica en alto, en la disciplina que fuera. La bronca es que la Sele no despega (difícilmente lo hará), Nery Brenes fue flor de un día para los medios pese a ubicarse en las olimpiadas como el 10 del mundo, en la clase política nadie confía, la Iglesia sigue manteniéndose al margen de muchos temas y no hay algún asunto que permita asomar la cara con orgullo para "rajar" con algo.

Como decía antes, los mensajes comenzaron a aflorar como piedreros en Chepe a las 11 pm. Y por otra parte, algunos cuantos grados más en la latitud norte, Wall Street y los bancos de inversión la empezaban a ver fea, producto de la especulación provocada por las teorías ultraliberales del libre mercado y la no intervención estatal... La historia nos dio la razón a los del NO, ¿se acuerdan?

Pero bueno, el tema es que mientras que los gringos la estaban viendo fea, los europeos se empezaban a contagiar y la bolsa de Nueva York llegaba a sus registros históricos más bajos, aquí lo que importaba era que sacáramos plata de donde se pudiera para que María José no perdiera contra la pana Margarita y que Costa Rica lograra un triunfo más en algo.

El tico no se ha percatado todavía que la crisis financiera es una especie de tsunami o maremoto que puede azotarnos si no tomamos medidas de precaución. Y si una de estas medidas es gastar plata enviando mensajes a una transnacional gigantesca del entretenimiento como es la Sony, pues ya nos podemos imaginar los destrozos que se vendrán dentro de poco.

El limitado criterio que tienen los costarricenses proviene de tres factores muy conocidos y que se han utilizado a lo largo de la historia para manipular las masas. Estos son:
  1. Un gobierno manipulador
  2. Bombardeo desde los medios de comunicación.
  3. Una población acrítica y poco acostumbrada a cuestionarse cosas.
Ese tríptico ha logrado poner presidentes, discimular eventos penosos y hasta aprobar tratados de libre comercio que a todas luces son inconvenientes para el país... Y casi logra hacer que María José ganara, de no ser porque los panameños regalaron más dinero todavía e hicieron a su compatriota la reina de un concurso que las mismas periodistas argentinas desconocían, según un pequeño sondeo que hice en Panamá en un evento de Nokia la semana antepasada.

Qué país tan tercermundista somos! En lugar de empezar a presionar porque se nos diga la verdad en muchos temas, de forzar a que la Unidad Social Cristiana desaparezca después del cinismo de eliminarle cualquier traba a Calderón para que se lance a la candidatura pese a los fuertes cuestionamientos de corrupción, de empezar a reclamar un sistema educativo que le enseñe a los niños a pensar y no a memorizar, y en fin, de luchar por una sociedad más justa y equitativa que impida a la violencia crecer, donde las personas podamos tener posibilidades para luchar y la riqueza no se quede estancada en la parte de arriba del embudo.

María José puede cantar muy bonito, no digo que no. Que sea una gran artista, eso está por verse, pero aparentemente talento no le falta y no es ella lo que me molesta, sino que en tiempos de crisis, en tiempos en los que cabría replantearse el modo de vida que llevamos, nuestras prioridades y consecuencias de decisiones, resulta que es más fácil entregar el dinero a transnacionales que aprovecharlo en nuestra propia economía la cual puede ser muy vulnerable dentro de no mucho tiempo.

Para verdades el tiempo. Ya lo mencionaba don Pepe Figueres en su famosa frase: "En Costa Rica no hay escándalo que dure tres días" y la otra por la que es famoso: "este es un pueblo domesticado"... cuánta razón don Pepe, cuánta razón!

lunes, 6 de octubre de 2008

Un año...

Imposible dejar pasar esta fecha. Tantas cosas he podido comentar en este blog tan desatendido que tengo, pero la verdad por falta de tiempo o de ganas (principalmente la segunda) no lo he hecho. Pero es imposible, hoy es 7 de octubre, un día que difícilmente olvidaremos miles y miles de costarricenses.

Hace un año perdimos a Costa Rica, no solo el Referendum. No se me olvidará cuántas loqueras hicimos, cuántos esfuerzos, cuántos debates improvisados, cuánta campaña para lograr un país mejor, un país que casi conseguimos... pero se fracasó.

Para el medio día yo ya había ocupado mi puesto de batalla en una de las últimas mesas de votación de la Escuela Juan Rafael Meoño. No podíamos perder. Las últimas encuestas nos daban ventaja y a pesar de la sucia campaña que ciertos medios orquestaron (incluída la fatídica entrevista del odiado Alberto Padilla en CNN el día anterior), tenía confianza en que mi pueblo sacaría la tarea a última hora, como ha sido la tradición. Evidentemente me equivoqué.

Conforme pasaron las horas la angustia se fue centrando en aquella caja de cartón que estaba sobre la humilde mesa. Papeletas y papeletas iban depositándose, con la gran incógnita de cuál sería el resultado hasta el momento.

Llegadas las 6 pm, la emoción era casi desbordante. Ganaríamos? Perderíamos? El conteo inició. Uno a uno, cada voto iba dándonos una ventaja impresionante. La lógica se imponía. Sin embargo, oh desconsuelo, las cosas empezaron a cambiar de un momento a otro y la casilla que se encontraba abajo de la palabra Sí empezaba a marcarse más que la de la par. Al final, no recuerdo bien el resultado, pero la diferencia por la que perdimos fue alrededor de 50 votos.

Salí con la esperanza de que alguien me dijera que mi mesa había sido la excepción a la regla, pero con solo abrir la puerta, un horrible sentimiento me sobrecogió. Los dirigentes del No, sentados en una banca me volvían a ver buscando una esperanza que no les podía dar. A fuera, los pobres (literalmente) que llevanban puesta una camiseta del Sí festejaban un triunfo que posiblemente nunca llegarán a comprender. Habíamos perdido todo el centro de votación.

Lo demás fue quizá comparable a "La Noche Triste" de Cortez. Me devolví para mi casa casi con la certeza de que Alajuela centro le había dado la espalda a la patria. Al llegar a mi hogar, frente al televisor, me dí cuenta que no solo Alajuela, la otrora tierra de héroes defensores de la patria como Gregorio José Ramírez o el mismo soldado Juan, se había entregado: San José, Heredia y Cartago hicieron lo mismo. Qué sufriemiento saber que los guanacastecos, los mismos que a la postre le dieron la victoria a Arias en las reñidas elecciones del 5 de febrero del 2006, habían cambiado su parecer y, junto con los puntarenenses, prefirieron declinar el tratado. Pero ya era tarde, la suerte estaba echada, al igual que mis primeras lágrimas.

Luego sobrevino la desolación, el "qué vendrá?" y una decepción total de mi país, o al menos, de aquellos que pudiendo cambiar la historia no lo hicieron, que con todo y memorando, prefirieron dar la razón a la estirpe que ha hecho crecer la desigualdad y que es capaz de vender su alma al diablo. En fin, vino el "Mea Culpa" a Don Juanito que pasó por algunas computadoras de este país y una noche digna de ubicarse entre las más negras de la historia patria.

Y oh naturaleza! Sobrevinieron unos 15 días de lluvia serena pero constante. El país estuvo en duelo también, por más animista que esto suene. Los del 48,3% buscábamos explicaciones pero no las encontramos por ningún lado. Y la pregunta del ¿y ahora qué hacemos? nunca fue contestada.

Un año después, el maldito TLC sigue sin aprobarse. Ahora resulta que para lograrlo antes de que papá USA nos regañe después de darnos tres oportunidades para su aprobación, es necesario olvidarnos que existen los indígenas y vender sus derechos intelectuales al mejor postor. El ICE está cerca de ser una reliquia de museo, el INS de regalarse a los mercenarios que han huído con sus fortunas luego de desastres naturales, la CCSS en la expectativa de si podrá continuar financiando medicamentos originales y el mercado internacional nos da la razón: no puede haber comercio sin control, sin humanidad. Wall Street empieza a sentenciar a sus empresas, a otras las salvan para evitar un efecto dominó que podría empezar a traerse abajo el sistema económico que ha provocado las desigualdades más terribles de la época moderna, y el mundo clamando por más justicia, más alimento y menos petróleo.

No me arrepiento ni me arrepentiré nunca de la lucha que dimos quienes estuvimos de este lado. Realmente fue heroica. Podremos narrar a nuestros hijos, pese al país no tan bonito que tendrán, que hicimos todo lo posible por evitarles una sociedad que será más desigual e injusta, donde el pez grande se come al pequeño de forma legitimada y justificada.

Modificando la famosa frase, puedo decir que "cada país merece los tratados económicos que aprueba". Pero la esperanza, esa que nos mantiene vivos, no perece. Este servidor cree realmente que el futuro puede cambiar las cosas. Que Dios así lo quiera...