martes, 1 de enero de 2008

Sigamos con la tradición...

Ya se me ha hecho costumbre esto de escribir un breve pensamiento en los albores de cada año. Empecé creo que el 1° de enero del 2006 y este año, no será la excepción. Son las 4:56 am del 1° de enero del 2008, y la verdad, este año comenzó prometedor, porque es el primero que lo pasé en familia, y después pachangueando (me fui de baile y regresé hace como 40 minutos). Ustedes saben que no me gusta escribir a cada rato, si no tengo algo más o menos interesante o inspirado que contarles... y siempre he creído que estos momentos son los más apropiados para poder contar historias a lo largo del año. FELIZ 2008!.

Qué puedo decir? Gracias a Dios se terminó el 2007, con todos y mis fracasos de proyectos personales dentro del mismo. La verdad, tampoco puedo ser malagradecido: mi salud estuvo bien, mi familia bien también, con mi novia, pese a que hubo un cierto "break" desde finales de enero hasta principios de mayo, las cosas se solucionaron y ahora la relación está más fuerte que nunca. El brete en la Curia me dejó buenas experiencias, no necesariamente profesionales, pero sí humanas; y sobre todo, un cierto ahorrillo que podría ser el encargado de catapultarme (a ver si este año) a mi ansiada meta de Francia y sus oportunidades... solo Dios sabrá.

Sin embargo, también hay que señalar que de todos los objetivos propuestos en el 2007, ninguno se cumplió. Repaso uno por uno:

  1. La derrota en el referéndum: mi pueblo es cabezón. Se luchó hasta el final (uds, mis queridos visitantes y amigos, fueron testigos de mi necesidad y hasta abuso con el tema, que al menos para mí, fue trascendental). La aprobación del TLC con los gringos por una diferencia de 50 mil votos de mis queridos compatriotas me socavó el ánimo. Realmente, ese 7 de octubre en la noche, lloré como hace mucho tiempo no lo hacía. Hoy, cuando recuerdo el tema, que dicho sea de paso lo he tratado de evitar desde ese entonces, siento la misma decepción de esa noche, aunque un poco de resignación mezclado con la satisfacción de haber dado una lucha intensa, y al final, un cierto sentimiento de venganza, que se traduce en "este pueblo se merece los tratados que aprueba". Aun así, Dios es grande con Costa Rica, y al parecer, otro referéndum podría ser posible en octubre, que de ganarse, mandaría el TLC al carajo, siempre y cuando las dos leyes complementarias que se votarían no estén aprobadas para octubre (o antes?) habrá que ver qué sucede. El sabor es agridulce, será necesario esperar 10 meses más para saber cómo se define el paladar nacionalista.
  2. La tesis parece tortuga: mi tesis de licenciatura, que yo pensé que para este momento estaría ya defendida y en los estantes de la Biblioteca Tinoco en la UCR, se encuentra apenas en su primera fase de investigación y sin tener el anteproyecto aprobado. Lo triste, pero cierto, es que una combinación de factores, entre cierta irresponsabilidad compartida entre mi compañera de tesis y yo, junto con otros profesores que nos dejaron esperando para saber si nos ayudarían con nuestro trabajo, y finalmente, el equipo que nos "asesora", aunado a la burrocracia (sí, con doble R) del aparato universitario, hicieron este sueño imposible. Empero, al igual que el asunto del TLC, el año cerró bien: nosotros, los autores de la tesis, nos pusimos las pilas y ya estamos trabajando en el primer capítulo. Además, corregimos los errores que produjeron el rechazo de nuestro anteproyecto y tenemos la esperanza de que lo aprobarán "con reservas". Ahora solo queda que nuestro equipo asesor, y en lo particular, nuestro director de tesis, se ponga las pilas para darle más rápido a esto y lograr defenderla antes de principios de marzo (a mí me suena a imposible, pero ya veremos).
  3. Dos fracasos con el DELF: el Diplôme pour l'Étudiant de Langue Française (creo que eso significan las siglas) se me negó dos veces este año: una durante el experimento que hice para saber cómo era, en junio, y la última, que fue la que más dolió, en noviembre. Lo curioso es que en lo que fallé en junio, salí re bien en noviembre, pero en este último me puse nervioso en la parte oral, así que pasé de una nota de 12 sobre 25 en el oral del primero a otra de 4 sobre 25 en la segunda prueba. Si hubiese tenido la primera nota, ya tendría el título en mis manos, pero bueno... este año que empieza, tengo la firme intención de lograr obteter el DELF y/o poder ir a Francia a terminar de perfeccionar mi francés. Solo espero que se me dé, porque es algo que realmente me urge si quiero lograr lo que me he propuesto en la vida desde hace tiempo. Para coronar con una cereza el pastel, fui rechazado en el programa de asistencia de español en Francia (aunque ya me lo suponía), mandando esa opción al carajo y comenzando a buscar otra... ya veremos si el comentario del 1 de enero del 2009 lo hago en alguna compu del país galo... ya veremos.

En fin, esas fueron las tres cosas de las que me quejo. Sí, ya se que no es nada grave y que todo en la vida se puede recuperar y que hay gente que la ha pasado mucho peor, pero en mi egoísta y autosuficiente vida de 24 años, esos son duros golpes que no son fáciles de asimilar. Para agregar algo más, profesionalmente estoy estancado hasta tanto no termine mi tesis, así que estoy sin plata ni posibilidades de que me vean, algo que en periodismo se puede pagar con años de chupar rueda.

Qué decir? Veo el 2008 con mucho optimismo... será que el 2007 fue tan mediocre, que creo que este año que inicia dará nuevos chances de ser mejor y de, ahora sí, cumplir mis proyectos. Eso solo Dios lo sabrá. Solo espero, que para cada uno de nosotros Él nos de la paciencia suficiente pasa saber afrontar los obstáculos que se nos van a ir poniendo y que todo lo podamos manejar. Un año nuevo es hermoso, son páginas en blanco listas para ser escritas (me acuerda el chiste de Mafalda con Felipe), y bueno, para todos deben significar nuevas oportunidades de mejorar.

Que Dios nos bendiga en estos nuevos 366 días de vida (porque será bisiesto). Pura vida y gracias por las buenas intenciones de todos.